Catequesis

Una profunda experiencia religiosa

La misión del Hijo de Dios anunciada por Isaías

El prefacio del Evangelio de Lucas

San Lucas no está satisfecho del modo como se han presentado los significados de las acciones de Jesús. Los hechos ahí están, pero la interpretación no es buena. Por eso se dedica con diligencia y orden a investigar todo lo acontecido. Y busca en los profetas lo anunciado sobre el Mesías y el Hijo de Dios . Encuentra que las promesas se han cumplido. En la vida de Jesús se han cumplido las profecías antiguas.

El comienzo de la vida pública de Jesús

Para Lucas la vida pública comienza en Galilea, predicando en todas las sinagogas de los pueblos y alabado por todos. Lleno con el poder del Espíritu Santo, Jesús se presenta para cumplir la Misión que le ha encomendado el Padre. Después de su bautismo en el río Jordán, Jesús tiene una profunda experiencia de si mismo como Hijo amado de Dios, repleto del Espíritu Santo. Ante todo el Espíritu lo conduce al desierto para ser tentado, como veremos el primer domingo de Cuaresma. Y luego el Espíritu lo hace regresar a Galilea, cuando Jesús ha comprendido que no es el Hijo de Dios arrogante, sino un humilde servidor del Padre.

Para completar su experiencia Jesús busca en las Escrituras

En la sinagoga de Nazaret le presentan el libro del profeta Isaías y Jesús busca las palabras del profetas que se refieren a El. Son las palabras que explican quién es el Hijo de Dios. El Hijo de Dios es uno que viene con una misión sanante. Cuando nuestra vida se viene abajo por la pobreza, la esclavitud de los medios de comunicación, la discapacidad y la opresión de vivir bajo corruptos, el Hijo de Dios nos enriquece, libera y sana. El Hijo de Dios no es un título de privilegio, sino un llamado a la transformación de un mundo sucio y feo en uno hermoso y limpio. Jesús inaugura su misión sanante con las palabras inspiradas del profeta.

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