Educación

Una guerra sutil

El presidente de los EE. UU. de 1953 a 1961, D. D. Eisenhower dijo: No nos interesa someter por la fuerza un territorio. Nuestro objetivo es más sutil, penetrante y complejo. Estamos intentando por medios pacíficos que el mundo crea nuestra verdad. Los medios que vamos a emplear para que acepten nuestra verdad se los suele llamar «guerra psicológica «. La guerra psicológica es la lucha para ganar las mentes y las voluntades de los hombres.

¿Cómo se hace esa guerra? Mediante la televisión y los medios de comunicación. Nos mandan imágenes de gente muriendo y enfermeros vestidos con escafandras y nos hacen sentir terror. Pero no es sólo un periodista o un canal: todo está sincronizado para mantener a la población en cautiverio. Las armas que usan en esta guerra son la sugestión; impulsada por un organismo dudoso llamado la OMS (organización mundial de la salud) dirigido por un conocido comunista aliado de China.

Junto a esa sugestión, se usó la falta de información verdadera. Aparecen cifras de muertos y enfermos, pero nadie sabía de dónde provenían. Ni había modo de verificar lo que se decía. Todos los que morían eran por el «virus». Y los cementerios de inmediato cremaban a los muertos. Nunca se hicieron autopsias para saber que esos enfermos tenían otros males que empeoraron si se contagiaron. .

Así llegó nuestra condena: Seis meses sin poder salir, sin poder trabajar, cubiertos con un bozal, amedrentados hasta el pánico. Si, era una guerra virológica, largada desde China y nos quisieron hacer creer que venía de un murciélago…. Mucha gente se enfermó porque sus únicos ingresos eran el trabajo que ahora se cerraba, muchos enloquecieron y me llamaban para contarme que veían animalitos en el techo…

Así la parroquia se dedicó a pagar las facturas de algunos feligreses, pero no pudo impedir que se enfermaran de otras cosas y a dar bolsones de comida. Los feligreses me abandonaron. Me mantuve mediante el aporte de conocidos ateos o incrédulos. Hasta que casi tuve que poner «bandera de remate». Muy gracioso fue recibir de la Curia un recordatorio de que debíamos pagar las colectas imperadas del año 2020! Se habían olvidado de que estábamos sometidos a una guerra psicológica, biológica, económica,, emocional y enfermarte.

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