Tradición e inventiva

Hay dos palabras que describen bien a esta parroquia: Tradición e inventiva. A lo largo de 24 años, desde que se fundó, este grupo ha querido la armonía en sus actividades, fuerzas y espíritu.
Hago una lista de lo que está en orden. Lo primero se refiere al dinero, que la gente valora tanto: no gastamos en el culto si no somos generosos con quienes sufren los efectos del injusto reparto de los bienes y los desastres.
Aquí hay oración contemplativa, aunque nos gusta ser católicos activos. Hay culto celestial, aunque nos importa resistir en la sociedad. Hay arte de primera, cantos, música clásica, aunque se privilegia a los pobres, se prefiere la santidad y se respetan las demás formas de expresión. Hay doctrina ortodoxa, aunque se trata de vivir en este mundo. Hay diálogo, aunque amamos el silencio.
Hay amor a la Tradición Católica, aunque seguimos inventando, porque pensamos que la Tradición va creciendo con las épocas.
Hay diferentes tipos de fieles, aunque se busca la unidad; hay distintos grupos, aunque se comunican y queremos lo mismo; hay enfermos, y los estimamos primeros; hay ancianos y cuidamos más a los niños; hay caracteres fuertes, aunque no manda cada uno, sino están al servicio de los demás.
También hay ricos, aunque nos interesa la pobreza del Evangelio; vivimos austeros, aunque no dudamos de la Ayuda de Dios; hay jerarquía, aunque se consigue el consenso; hay obediencia, aunque se miden las críticas; hay frustrados, si bien los hacemos mirar el horizonte,; hay dormidos, si bien intentamos que se despierten. Tenemos un sistema de hábitos, aunque sabemos cambiarlos. Cumplimos los preceptos, si bien eso no nos quita la libertad.
Con la paciencia todo se alcanza, sobre todo que nuestra vida sea como unos acordes musicales que hacen vibrar el alma.