Superar el caos con la oración de adviento

El mundo está cayendo en el caos primordial, que Dios puso en orden al crearlo. Los mares se rebelan. Las montañas tiemblan. Las lluvias inundan más que antes. Somos testigos del colapso del mundo por la locura humana. La sociedad también colapsa: gobiernos torpes, pueblo desordenado, pérdida del sentido del trabajo, avaricia y ansia de poder y el dinero. ¿Dónde está el arco iris que apareció después del diluvio universal y la promesa de Dios de que no destruiría el mundo? 

El arco iris es Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado. Su llegada aleja el miedo y nos mantiene de pie. Jesús es la nueva tierra segura donde podemos resistir el colapso. Su redención se nos ofrece en medio de un mundo que declina y se destruye.

Para sobrevivir hay que elegir dónde estar seguros. Quien elige este mundo perecerá. Si no vemos esto, caeremos en la trampa de los poderosos y de quienes los siguen.

La tarea es orar y vigilar. Esa disciplina aumenta la atención para entrar en nuestra ser espiritual y elevado. Unidos al Hijo de Dios podemos sobrevivir al golpe. Apoyados en el Hijo de Dios soportamos los terribles colapsos de la vida.

¿En qué consiste este colapso? No es algo literal: no es colapso cósmico, ni la anarquía política, ni la pérdida del orden de la sociedad, ni la destrucción de la familia que tanto cuidamos, ni siquiera nuestra enfermedad y muerte.

Hay una cosa cierta: en la vida humana la ruptura es inevitable. Vamos por el borde del acantilado. Sólo Jesucristo nos acompaña.