La Argentina Hambrienta

«Recordamos»

El 16 de marzo de 1998 fue publicado el documento de la Comisión de la S. Sede para las relaciones religiosas con el Judaísmo, bajo el titulo «Recordamos: una reflexión sobre el Holocausto (Shoah)». Está dividido en 5 partes:

  1. Tragedia del Holocausto y el deber de hacer memoria

El intento del régimen nazi de exterminar al pueblo judío fue una tragedia indecible que marcha el siglo XX. Los católicos pedimos a los judíos que se predispongan a escucharnos al terminar este siglo.

2. ¿Que debemos recordar?

El tema a trata es la cuestión entre la relación existente entre la persecución nazi y las actitudes de los cristianos, especialmente en los países cristianos de Europa.

3. Las relaciones entre judios y cristianos

Las relaciones a lo largo de la historia es más bien negativa. Por los siguientes motivos:

a) interpretaciones erróneas e injustas del N.T. que afectan al pueblo judío y a su pretendida culpabilidad, generaron hostilidad. El Vaticano II solucionó este tema. (NA 4)

b) discriminación generalizada, expulsiones, conversiones forzadas fueron las penas que sufrieron las minorías en épocas en que el status jurídico de todas las personas no estaba establecido. El pluralismo actual no puede entender esas épocas. La minoría judía fue considerada «chivo expiatorio» en ciertas épocas de crisis.

c) Desde el s. 18 los judíos alcanzan una posición de igualdad civil. Pero se va formando un nacionalismo exasperado y falso, especialmente en el s. 19. Se difunde un antijudaísmo socio político. Así comienzan las teorías que niegan la unidad de la raza humana, afirmando una diferencia originaria de las razas. Los obispos alemanes reaccionan firmemente contra el racismo desde 1931. Pío XI lo condena en 1937 y Pío XII desde 1939 alertó sobre esas teorías que conducirían a una «hora de tinieblas».

  1. Antisemitismo nazi y el Holocausto

Hay una diferencia entre «antisemitismo» (que rechaza la igualdad fundamental de todas las personas en una sola raza humana) y el «antijudaismo» (que consiste en los sentimientos de sospecha y hostilidad hacia los judíos durante siglos). La persecución contra los judíos realizada por los nazis fue facilitada por los prejuicios mentales y afectivos hacia los judíos. ¿Por qué los cristianos no sintieron esas persecuciones como perversas?

a) Algunos desconocieron la «solución final»;

b) Otros tuvieron miedo;

c) Otros se aprovecharon de la situación;

d) Otros se movieron por la envidia;

e) Otros no abrieron sus fronteras a los perseguidos.

Pío XII contribuyó a la salvación de cientos de miles de judíos. La historia lo rehabilitará (pueden verse sus cartas a los obispos alemanes en «Actes documents du Saint Siège relatifs à la II. Guerre Mondiale, vol.II, 1966). Su voz se elevó a favor de las víctimas, como la de muchos (pueden verse el artículo de Robert A. Graham que traduje para «Criterio» en 1975: tomo 89 p.8ss). Pero otros cristianos, de cualquier posición, no resistieron el mal ni actuaron concretamente, no tuvieron la fuerza para elevar su voz de protesta. Así en muchos quedó una grave carga de conciencia por sus hermanos y hermanos. Cometieron errores y tuvieron culpa, por no defender a sus hermanos.

5. Mirando juntos hacia un futuro común.

Al final de este milenio la Iglesia Católica hace un acto de arrepentimiento por los pecados cometidos contra los hermanos mayores. Ese arrepentimiento no consiste en palabras, sino en un compromiso que obliga. Queremos que termines los sentimientos anti judíos y anticristianos, en quienes consideran a Abraham su padre en la fe.

Nota: el diario Clarín trae un artículo firmado, acompañando la noticia del documento vaticano, que contiene errores históricos, seguramente repetidos sin con firmarlos: El Concilio Ecuménico I en Nicea no se ocupó de los judíos y no hay una sola línea sobre ellos en sus actas. El Concilio de Letrán de 1215, es un concilio disciplinar y se ocupo de un tema que preocupaba a los moralistas de esos siglos: la usura. Asimismo, eran tiempos de «cristiandad» y no de pluralismo. Por eso, se intentaba evitar totalmente los matrimonios mixtos: esa es la razón por la que judíos y musulmanes vistieron de modo diferente (basta leer «El Quijote de la Mancha» para comprobarlo). Con respecto al tributo, eran las deudas que habían dejado los antiguos propietarios cristianos de lo que adquirían los judíos.

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