¿Qué está pasando aquí?Cómo identificar la verdad
ÍNDICE
Hay que ser valientes para hablar de la verdad
El ambiente se pone tenso en una casa donde la madre o el padre o la abuela preguntan de pronto: ¿Aquí que está pasando realmente? Lo mismo sucede en un equipo, en un grupo de trabajo, entre directivos, en un consejo, en una reunión de consorcio. Esa pregunta se hace cuando algunos se hacen los mandones y quieren imponer su idea a toda costa. No se necesita pelearse, ni empezar una guerra. Se requiere tener la valentía para identificar lo que pasa en realidad.
Cuando todos tenemos defectos, el conjunto se hace fuerte
Si uno no reconoce que es débil y necesita de los demás, la familia o el grupo no funcionan. Cuando alguien asume todos los roles, lo único que se consigue es un grupo de aduladores. Al contrario, cuando se muestra la vulnerabilidad de cada uno, la familia o grupo se hacen rápido invulnerables. Por eso, hay que repasar son cansarse qué salió mal y por qué; hay que admitir cada uno sus errores; y hay que buscar el modo de hacerlo mejor en adelante. Y para eso se necesita estar siempre preparados para ponerse a trabajar por el bien de todos y reconocer las propias debilidades.
El éxito viene sólo con la verdad
Una empresa en donde hay alguien que siempre pone trabas y nadie pregunta: ¿Qué está pasando aquí que fulano de tal siempre debe oponerse? ¿Qué pasa en realidad? Va a la ruina, o debe vivir soportando la presencia de un objetante, cuyo único rol es descubrir donde se equivocan los demás. Un controlador de la situación. Eso no se debe aceptar jamás. Porque si acepto a esa persona, el grupo se debilita, y la labor se hace más lenta. El éxito llega cuando se crea una cultura en donde cada uno reconoce sus fragilidades, sus errores de percepción y de lenguaje. Si pregunto: ¿Cuál es nuestra meta? Y me responden: No comprar más galletas para el café de media mañana, se equivocan mucho. Las metas son el destino, hacia donde vamos y llevamos juntos la carga. Meta es la llegada al término de la maratón, después de haber pasado por muchas dificultades y problemas inesperados. Las galletas nada tienen que ver con la meta. Ser exactos al hablar tan importante como el arco donde debe meterse el gol.
Osvaldo Santagada