¿Qué es el pecado mortal?
Dijo el s.d. Pío XII el 26.x.1946 que «el mayor pecado actual es que la gente ha comenzado a perder el sentido del pecado». Para mucha gente de hoy el sentimiento de pecado es sólo un complejo mórbido de culpas, una ilusión perniciosa: habría que instaurar una «moral sin pecado». Esas ideas de la década de 1950-1960 se han difundido entre los católicos. Se proponía que el único pecado lo cometía el hombre cuando no obedecía al Partido en la lucha contra la alineación económica.
Para nosotros, quienes vivimos de la Fe, sin confusiones pueriles y sin fingidas ignorancias, recibimos de Dios mismo en la Sagrada Escritura la enseñanza sobre la naturaleza del pecado.
El sentido del pecado se manifiesta mejor que nada a los pies de la Cruz de Jesucristo que nos rescató de la muerte eterna.
Por eso, es imposible eludir la alternativa: o nos decidimos por Jesucristo, vencedor del pecado, o nos decidimos contra Jesucristo.
La Escritura presenta una triple condena del pecador. El pecado separa de Jesucristo y por consiguiente de Dios. Por eso, el pecado según la Biblia queda marcado por tres estigmas: queda sin salvación, sin ley y sin justicia.