Nuevas obras de misericordia espirituales 8ª. Evitar las sutiles discriminaciones

De las discriminaciones grandes la gente se cuida, pero las pequeñas están presentes.

1º. La calvicie. Es un estigma que viene desde hace siglos. Ahora es menos notorio porque vino una moda de raparse. Sin embargo, hay muchas personas que usan pelucas (las mujeres sobre todo).

2º. El color del cabello.

Los albinos y de cabello rojo son víctimas de prejuicios, pese a que ahora muchos jovenes se tiñen el cabello. Este asunto es de las características genéticas de una persona, pero a esta gente la acosan y molestan sin cesar.

3º. La obesidad. Es un problema médico, pero tanto varones como mujeres (estas en especial) sufren humillaciones por ser obesas. Cuidado!

4º. Dificultades en el hablar. Pobres tartamudos o gente con un defecto del habla: les cuesta conseguir trabajo, aunque expertos en algun tema. Y si consiguen, no los proueven de categoría.

5º. Apariencia física. Lo cierto es que la gente “linda” gana más que los “feos”. Los lindos consiguen mejores trabajos, mejores sueldos, aunque no sean eficaces ni responsables.

6o. Discriminación por el nombre. Mucha gente envía su curriculum para solicitar trabajo, pero si tiene un nombre raro tiene menos oportunidades que los que tienen nombres hermosos.

7º. Particularidades idiomáticas. Se sabe bien en la Argentina: uno que habla con acento italiano es un tano y con acento de España, un gaita. Creen que el que tiene acento, modismos es menos inteligente que los demás

8º. Color de la piel.Se sabe bien aquí en donde cualquier provinciano es un cabecita negra. Y también cualquier persona de un color distinto: chino, japonés, africano.

9º. Ancianos. Esta discriminación es horrible, porque no tiene en cuanta lo que un anciano aportó al bien común. Ser viejo es un impedimento. Son peor atendidos, no se soporta su lentitud.

10º. La gente de poca estatura

Si la gente tiene menos de 1.70 m. no consigue trabajo y si tiene menos de 1.50, enana. Esto causa mucho dolor a la gente. Porque muchas personas bajas son muy inteligentes y capaces.

Esta obra de misericordia es básica en una sociedad que quiere igualdad y paz. Jesús dijo:

Todos ustedes son hermanos (Mateo 23:8). Evitemos las sutiles discriminaciones.