Guía y consejo,  Párroco

Mabel Testi de Romasanta

Q.E.P.D. 11-07-202

Incansable secretaria de la Fundación Diakonia. Siempre trabajó en función de elevar a los necesitados de los parajes alejados del país. A lo largo de su gestión envió toneladas de paquetes con materiales diversos, tanto para cubrir las necesidades físicas como espirituales de la gente.

Gran Animadora de religiosas y sacerdotes que se encontraban trabajando en condiciones inhumanas y totalmente olvidados. Su infatigable trabajo y su munificencia le permitieron ayudar a escuelas rurales del Estado y capillas católicas en las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Luis, Mendoza, Córdoba, Santiago del Estero, Chaco, Santa Fe, La Pampa, Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, y Tierra del Fuego.

En la humilde Parroquia Jesús de la Buena Esperanza desde 1975 a 1979 organizó y dirigió un equipo de 50 personas para la celebración de las Misas con niños, según las normas de la Santa Sede, cuando allí por la incansable labor de +Julia Caruso, el catecismo llegó a tener 150 niños. Jamás cayó en payasadas para entretener niños, sino los marcó a fondo con el espíritu de Jesucristo. Además se encargó del sencillo Boletín de esa parroquia y de aconsejar a Mons. Santagada, junto a su esposo +Javier Romasanta, a +Jorge Torner, a +Pascual Di Giglio y a +Roberto Freaza cómo implementar la contribución mensual voluntaria.

Motivadora de quienes trabajamos en Diakonia, tanto en las reuniones, como a través de sus llamados telefónicos o en las «cartitas» que nos enviaba.

Era una especialista en llegar al corazón de la gente desde las «Cartas de Esperanza», que redactaba con una calidez y precisión admirables, sea para un bautismo, un cumpleaños o para recordar a un difunto.

Expositora y animadora en muchas de nuestras Jornadas de Verano o Invierno, y redactó numerosos artículos para el periódico “La voz del peregrino”.

Ayudó a Mons. Osvaldo Santagada en la preparación del libro «Misas con Niños». Ayudó a Monseñor a levantar tres parroquias postradas y una nueva: Jesús de la Buena Esperanza, Inmaculada Concepción de Villa Devoto, Jesús Misericordioso de Coghlan y, por último, cofundadora de San Gabriel Arcángel de Buenos Aires. Fue propulsora de tres devociones católicas: a Nuestra Señora de la Dulce Espera, a Jesús Misericordioso y a San Gabriel Arcángel. El barrio de Villa Pueyrredón pierde a una mujer incansable en su promoción en la ciudad. Y la Iglesia Católica en la Argentina pierde a una de sus laicas más destacadas, que recibió varias veces la distinción de La mujer evangelizadora.

Profesora, Evangelizadora, Madre, Abuela y Ama de Casa. Mabel fue un ejemplo de mujer católica. Nos deja su legado y su enseñanza. El amor que nos brindó nos seguirá acompañando.

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