Los cuatro pilares de la Parroquia
¿Cuáles son los cimientos de una parroquia con futuro? Según mi larga experiencia, considero que hay cuatro cimientos.
ÍNDICE
1°. Crear la comunidad
Esto no es mágico. No basta decir: somos comunidad para serlo. Existe comunidad cuando tenemos la convicción de que sin los demás no podemos mantener la Fe en las vicisitudes de la vida. Venimos a la Iglesia no por estética o por obligación de la Iglesia en sus preceptos. Llegamos convencidos de que sin los demás, con un soplido nos hacen caer. “Cuando hay dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo presente entre ellos” (Mateo 18). La presencia de Jesús se siente en la comunidad reunida.
2°. Solidaridad
Sin generosidad para quienes están en peor situación, no existe la Iglesia. Somos responsables de nuestros hermanos. No podemos hacer como Caín que mató a su hermano y se escondió. Dijo Jesús: “Todos ustedes son hermanos” (Mateo 23). Jesús dice la parábola del buen samaritano para que ayudemos aún, a quienes consideramos enemigos. Nuestro Banco de alimentos y ropas no es un adorno sino una necesidad. La ayuda que damos nos da fuerza.
3°. Oración y culto
No puede mantenerse la Iglesia sin orar y sin dar culto a Dios. La oración constante, asidua, insistente es no sólo un deber, sino el manantial de donde sacamos la energía para ser fieles, buenos hijos y amigos, conscientes en el trabajo, para devolver a Dios lo mucho que nos da. Dijo Jesús: “Oren sin cesar para no caer en la tentación”. No decidiremos bien sin rezar para eso. Los jóvenes entrarán por caminos errados si no saben orar y no rezamos por ellos.
4°. Mansedumbre
La violencia de acción y palabra sólo trae graves situaciones. La Iglesia está para dar ejemplo de mansedumbre en una la sociedad agresiva. Nos agreden los funcionarios que piden coima o reciben sus sueldos sin trabajar. Nos agreden de mil maneras en la calle, y en familia. Es lícita la ira santa, aunque es mejor mantenerse calmo. Dijo Jesús: “Aprende de mí que soy manso y humilde de corazón”(Mateo 11).