Guía y consejo

Las Jornadas impulsan a la excelencia de sociedad e Iglesia

Algo que lamentamos los argentinos es la decadencia moral, espiritual, cultural, política de nuestro hermoso país. Sin embargo, en lugar de lamentarnos, los católicos queremos contribuir con un pensamiento positivo a establecer algunas pautas de conducta que permitan ayudar a la excelencia en la sociedad y en la Iglesia.
Al cumplir cuarenta años al servicio de la Iglesia Católica, la fundación
Diakonía, quiere responder a las cuestiones planteadas por estas Jornadas: ¿Cómo quitar las plagas de la sociedad en la que vivimos? ¿Cómo sanar las llagas de la Iglesia que amamos?
Como es fácil darse cuenta son preguntas difíciles, que obligan a hacer un
esfuerzo de pensamiento intelectual y pastoral para entregar a los responsables de comunidades, catequistas, profesores, seminaristas que vienen de todo el país, algunos elementos válidos para sus ámbitos.
No podemos contentarnos con la mediocridad, la rutina, la pereza, las ideas y vueltas en los trámites, la crispación en la atención a la gente necesitada, la falta de medios sumamente necesarios para la salud y la alimentación. Si ustedes se fijan atentamente, hay una generación de niños (no sólo en las provincias) que son de estatura baja, muy baja, en contraposición a la generación de antes de 1970. Los argentinos eran jóvenes altos y bien formados. La mala alimentación, la falta de proteínas y vitaminas necesarias, han dado este resultado.
Además, tanto en la sociedad como en la Iglesia hay una rebeldía o crispación que se nota inmediatamente: la gente está esperando otros comportamientos de los responsables. Por supuesto, hay comunidades excelentes que hacen lo posible para ayudar a los parajes miserables del país, en donde las maestras no cobran sus sueldos, y las hermanas deben ingeniarse para dar de comer a niños, embarazadas y ancianos.
Los invito de todo corazón a participar en las Jornadas de Verano, los días 10 y 11 de Febrero. El día 11 por ser la Jornada Mundial del Enfermo, administraremos allí el Sacramento de la Unción de los enfermos, a los mayores de 65 años que se hayan inscrito antes.

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