Vida

La vergüenza fecunda

Cuando nos sentimos amados, se produce en nosotros una vergüenza positiva. Esa vergüenza anticipa el verdadero amor.

Quien ama afirma el ser del otro y lo considera bueno y maravilloso. Esa aprobación a la persona amada no es un mero sentimiento. Quien se siente amado sabe que los elogios que se le brindan no son verdad. Por eso se produce la vergüenza: Porque quedamos confundidos por el amor. Cada uno sabe bien que no es real lo que quien ama no se cansa de repetir: ¡Qué bueno que existas! ¡Te amo! ¡No puedo vivir sin ti!

Quien recibe esas muestras piensa:

Puede ser cierto lo que dicen de mí, y ahora llega esta persona y me dice que no pude haberme equivocado tanto. Cuando los demás hablan bien de la persona amada, quien ama a esa persona piensa: Eso ya lo sabía. Pero quien recibe el amor piensa: No soy tan maravilloso, no es verdad. ¿Cómo le digo quién soy?

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