La televisión que ven los chicos
Se pueden tocar tres temas: el sexo sucio, la constante falta del horario para proteger al menor; los videos y viajes por internet. Nos ceñimos a unos programas de tele abierta para los adolescentes, emitidos por años, en los cuales bajo el velo de mostrar la realidad de los chicos, se usa un sistema sutil de lo inmoral.
Ocurría en Rebelde way, y antes en Jugate conmigo, obras de la misma autora. Era el cultivo malsano de lo sensual y el elogio – como si fuera normal – de los actos incompletos o petting, que en las personas sanas son lo previo para para la vida conyugal. El segundo de esos programas tuvo una versión teatral: Rejugadísimos.
Ruth Mehl en “La Nación” juzgó: el acento está puesto en lo sensual… la ingenua y excitada platea joven responde con ganas. El amor mencionado en esta obra se subraya a cada rato por el tono sensual y erótico de los cantos, danzas y bailes, que terminan con la seducción y la entrega… sólo aparece un sexo fino y muy medido…como si la diversión sólo es posible con lo sensual y sólo eso es lo único valioso del mundo juvenil. Por años los padres de los niños de hoy, han visto eso. ¿Cómo harán para cambiar su escala de valores, si Dios no los mueve a una vida moral? ¿Cómo no habrá divorcios, cuando no se sabe lo que es el real amor? (In 15)