Catequesis

La Sagrada Familia

Que significa santidad

El episodio de Jesús adolescente preguntando a sus padres: ¿No sabían que yo debo estar en la Casa de mi Padre mientras ellos lo habían estado buscando con angustia durante tres días, nos plantea el de que significa “santidad”: la Santa Familia. ¿Cómo es posible que en una familia santa un chico se atreva a contestar a s padres? ¿Cómo es posible que José que debía proteger al niño, porque esa era su misión, no se hubiera preocupado durante una día entero de dónde y con quiénes estaba Jesús?

El modelo mental de la perfección

Los católicos pensamos que si alguien no es perfecto, no es santo. Para los católicos actuales si uno no es perfecto, no es santo. Así van de parroquia en parroquia buscando al sacerdote perfecto, hasta que encuentran uno que es eximio en aparentar perfección y a ese adoran. El sacerdote imperfecto que tienen en su parroquia – según ellos – no es santo y no merece que la gente vaya allí. El error consiste en identificar santidad con perfección. En la historia de la Iglesia los santos han sido gente imperfecta. ¿Cómo es posible que S. Teresa fumase cigarros? ¿Y S. Teresita no pidiese más mantas para el crudo invierno francés? ¿y s José María Díaz Sanjurjo, mi pariente, que fuera tan cabezadura? ¿Y Santa Teresa de Calcuta fuera tan estricta? ¿Y S. Francisco de Sales fuese un aristócrata que iba de fiesta en fiesta? ¿Y San Felipe Neri fuera un hombre tan burlón de la gente?

Las fiestas traen problemas

Si, surgen antiguos antagonismos y se revelan secretos y mentiras que han reinado durante años. La historia del adolescente Jesús termina con la simple observación de que crecía en edad. Si cuando crecemos podemos cambiar y ver nuevas posibilidades para mejorar el pasado. Ya sabemos como las cosas pasadas determinan el presente, pero un presente cambiado puede cambiar el futuro. Hay que discernir oportunidades se nos presentan para que el Espíritu Santo florezca en el mundo y en nuestras vidas. Perfectos seremos en el cielo. Aquí en la tierra podemos ser santos imperfectos.

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