La palabra «amor»: Una semilla escondida
Hay productos que la industria de la farándula etiqueta «amor». Para las relaciones sexuales también se usa «hacer el amor». Algunos dicen que «aman el vino, la naturaleza o la música». ¿Cómo se vincula todo eso con Dios, que en la Biblia se llama a si mismo «el amor»? Santo Tomás dice que la dilección y el querer son amor, aunque no se puede llamar amor a cualquier cosa.
Un autor inglés, Clive S. Lewis, señala que hay una tendencia humana a cambiar el sentido de las palabras nobles en lo contrario: Ponle un nombre a una buena cualidad y pronto esa palabra designará un defecto (nobleza, dignidad, patriotismo).
Hoy la gente no quiere hablar de «amor». Usan otras palabras: hermandad, solidaridad, querer. Entre gente que se ama, se dice: ¿Me querés? Nadie dice: ¿Me amas? A pesar de eso una palabra básica y capital tolera que se las sustituya. Si alguien no entiende cuando se le dice: Te quiero, habrá que decirle Te amo aunque parezca sacado de alguna película.