Catequesis

La misericordia se manifiesta en limosna

San Pedro Crisólogo (+450)

Valiosa es la enseñanza de San Pedro Crisólogo, arzobispo de Ravena, y patrono de los predicadores.

“El ayuno sin misericordia es hipocresía… Quien no ayuna para el pobre engaña a Dios. El que ayuna y no distribuye su alimento, sino que lo guarda, demuestra que ayuna por codicia, no por Cristo. Así, pues, hermanos, cuando ayunemos coloquemos nuestro sustento en manos del pobre.

Sermón 8

En la Patrología Latina editada por Migne, vol. 52, col. 210

“Hermanos, hay tres cosas por las que se mantiene la fe, se fortalece la devoción y persevera la virtud. Estas son la oración, el ayuno y la misericordia. Lo que pide la oración, lo ruega el ayuno y lo consigue la misericordia. Estas tres cosas, la oración, el ayuno y la misericordia, son una sola y se vivifican una a la otra. Porque la oración es el alma del ayuno, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie separe estas cosas que no se pueden separar. El que sólo tiene una de ellas, o no las tiene al mismo tiempo, no tiene nada. Por lo tanto, el que ora, que también ayune, y el que ayuna, que practique la misericordia: que escuche al que le pide, aquel que pide ser escuchado. El que escucha al que le pide, consigue que Dios lo escuche. Que el que ayuna entienda el sentido del ayuno: que preste atención al que tiene hambre el que quiere que Dios preste atención a su propia hambre; que practique misericordia el que espera misericordia; que quien pide piedad haga actos de piedad; que dé a los demás quien pide que le den a él; es un mal solicitante quien niega a los demás lo que está pidiendo para sí….

El ayuno no germina si no es regado con la misericordia. El ayuno se seca si hay sequía de la misericordia. Aunque purifique su corazón, limpie su carne, arranque los vicios y plante la virtud, si no lo riega con la misericordia, el que ayuna no recogerá ningún fruto. Tú que ayunas, tu campo ayuna si ayuna de misericordia. Lo que tú, que ayunas, inviertes en misericordia lo recogerás en tus graneros.

Sermón 43

En la Patrología Latina editada por Migne vol. 52, col. 320

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *