Jesús se va y enviará el Espíritu Santo
A nosotros, discípulos amados de Jesús, Él nos abre la mente para entender lo que Dios dijo durante siglos a través de los profetas. Todo lo sucedido a Jesús «estaba escrito». Los discípulos viven una etapa de cumplimiento de los profetas y son testigos de lo sucedido. Deben llevar a la gente lo sucedido y lo que sucederá, después de recibir la fuerza de lo alto.
Por la prédica de los discípulos la gente debe aceptar entrar en un proceso de arrepentimiento y perdón. Entonces comprenderán la pasión y la resurrección. Jesús les da una misión universal. Ellos no quedan tristes a la espera del Espíritu. Saben que Dios es el autor de todo este bien para los humanos. Entonces comprenden todo desde la Encarnación hasta la Ascensión. Y aceptan la constelación de Jesús: María, Pedro, María Magdalena, Juan y Pablo.
Jesús se va y no se va. La venida del Espíritu continuará la presencia de Jesús entre los suyos. La ascensión es un cambio en el modo en que Jesús estará en medio de los suyos. La ascensión conecta a Jesús con su Padre y al Padre con nosotros. En la comunidad cristiana nunca perdemos a Jesús por mas tormentas que pasemos. Por el contrario, cuando nos reunimos se hace presente Jesús y su constelación, y María y su constelación, cuyo personaje principal es el ángel Gabriel, el que anuncio todo lo nuevo.