
Hicieron todo como oyeron
Los pastores, antes de adorar el Niño Jesús, fueron testigos de tres acontecimientos: Primero, tuvieron una visión de los ángeles cantando la gloria de Dios y la paz para los hombres. Segundo, el Ángel les anunció el Nacimiento del Salvador en Belén. Tercero, la noche resplandeció con una luz inmensa. Por eso, fue imposible que esos hombres simples y sencillos se callaran lo que habían visto y oído. Por eso el Evangelio dice que ellos contaron todo como el Ángel les había dicho (Lucas 2:20). También nosotros debemos retener lo que se nos ha dicho, ponerlo en práctica y repetirlo sin cansarnos. Tenemos que hacer todo tal como lo oímos, igual que los pastores. No vale escuchar el Mensaje y guardarlo para sí mismo. No somos católicos-buzones. Somos mensajeros que salimos a repartir la Buena noticia tal como la oímos.

