Guía y consejo

Guía y consejo, 14 de abril de 2019

Nos han metido en la cabeza que el orden y las formas de antes pasado ya no sirven. Así  somos víctimas de una nueva conquista  de las mentes, no de las tierras.  ¿Y por qué no sirven? Porque todo lo del pasado es impuro. A la gente de hoy le cuesta mucho aceptar que la Tradición nos pide cumplir la Palabra de Dios y ser abiertos a la guía del Espíritu Santo. Además al seguir la Escritura y los SS. Padres se nos libra de tener que inventar una nueva forma de ser católicos. Lo somos como lo fueron los de antes.

En vez de negar las formas del pasado, hay que lograr ser instruidos de cómo se hace para orar de veras, cómo se da culto a Dios de modo correcto, cómo se piensa y se actúa como católicos reales.

Jesús de modo constante y san Pablo repiten: Cambien de vida. Cambien de mente. Eso quiere decir que hay que reformarnos por el cambio de la mente. Hay que adoptar modos de pensar y de actuar que no son “naturales”, sino que superan a los de antes. Eso no es estar en una cárcel, sino ser libres de veras. (GFI 12)

¿A qué se debe el declinar actual de la Iglesia?

La gente ignora los hechos de la fe como era antes. Los padres y madres de hoy no dan a sus hijos el saber de los hechos de antes sobre la fe en Cristo. Ni se dan cuenta el por qué esos hechos son básicos. La gente ignora cómo era la Fe del origen ni sabe quienes son los Padres de la Iglesia. Hoy se ignoran los escritos y el saber de esos genios que nos pasaron la Fe en Cristo. Han metido en la testa de la gente que sólo la Biblia nos da la Fe. Eso se debe al influjo de los pastores de grupos cristianos que en sus cultos y por radio o tv ignoran de lleno a los Santos Padres, no digo a los teólogos de la Edad Media, sino a los Padres que nos pasaron el pasado de la Fe.

El ejemplo más claro es la visión sobre Jesús que nos pasan. Si uno lee los textos halla a un Jesús severo, frontal, que dice la verdad y no se calla, que admite un hecho que se detesta hoy, como los esclavos. No hay una voz de Jesús sobre eso. Si uno oye a los curas y a los que dan la doctrina, surge otro Jesús: es la bondad hecha hombre, el amor en acto, listo para dar una mano a todos, atento a los pobres y no a los ricos. ¿Con qué foto nos quedamos: la de los curas de hoy, o la del Evangelio?

En las escuelas de hoy se da a los niños un puré ligero sobre la fe hoy, con una base débil y slogans optimistas. Cuando llegan los sucesos terribles de la vida, no están listos para aceptar lo fatal. Hoy se copia a los autores de libros tontas con mensajes para bebés, pero que se venden bien.

El futuro del cristianismo

En 4º. lugar, la realidad de lo divino es el sumo Amor. Misericordia y gracia son los atributos de Yavé en la experiencia de los profetas de Israel. En el Evangelio, Dios es amor abierto y compasivo. Bondad y cuidado de lo que existe es lo propio del Tao de Lao Tsé. El gran alma compasiva es el esencia de lo divino en el Budismo Mahayana.

En 5º. lugar, la ruta universal del hombre hacia Dios es la ruta del sacrificio. La ruta de la salvación en todas partes comienza como renuncia contrita, humildad, la via de limpiar el alma, el orden moral de uno, la frugalidad. La ruta a Dios sigue con la reflexión, la mística y el orar. Todos los hombres piadosos rezan, en parte con voces y en parte sin ellas, en parte en total soledad, en parte en el grupo de los fieles. Y los mayores santos de todos los cultos superiores «oran sin cesar», como dice san Pablo. Toda su  vida es – como dijo Orígenes una oración única y continua. Y al avanzar no buscan el bien terrenal, sino a Dios mismo y al orden de Dios en la tierra.

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