Catequesis

EL VALOR DE LA MISA ES INFINITO:

¿Por qué los católicos damos tanta importancia a la Misa? ¿Por qué ofrecemos la Misa por alguna intención especial, para los vivos o los difuntos? ¿Por qué incluso hacemos una ofrenda con ocasión de la celebración de una Misa por nosotros?


La Misa es tan valiosa porque en ella se renueva el sacrificio de la Cruz y se cumple la voluntad firme de Jesús de ser la víctima de nuestros pecados que se ofrece al Padre (de modo incruento).


La Misa se celebra porque Jesús mandó a sus discípulos: Hagan esto en memoria mía. La aclamación después de la consagración lo dice: Cada vez que comemos de este Pan y bebemos de este cáliz anunciamos tu muerte Señor, hasta que vuelvas.


La Última Cena no puede separarse de la crucifixión de Jesús en el Calvario. Al contrario, la Última Cena forma parte del sacrificio de la Cruz, porque unidos, la Ultima Cena y la Cruz constituyen el sacrificio de la Redención humana.


Cuando sufrió en la Cruz, Jesús cumplió lo que había anunciado en la Última Cena: Esto es mi Cuerpo que se entrega por ustedes. No lo dijo en la Cruz, lo dijo en la cena. Y también: Esta es mi Sangre, sangre de la nueva y eterna alianza, que será derramada por ustedes y por todos para el perdón de los pecados. En la última Cena Jesús manifestaba su ofrenda por nosotros y en la Cruz la realizó. En la Última Cena se ofrece Jesús al Padre en una entrega invisible, interior. En la Cruz, lo hace de modo visible y externo.

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