El rey Herodes y los Sabios
El relato del nacimiento de Jesús es el mejor relato del mundo. El tiempo se divide antes y después de ese nacimiento. Está escrito de tal modo que el espíritu romántico se inflamó por 2000 años. Dentro del relato hay pequeños episodios, cargador de símbolos. Uno es la historia del rey Herocles y los Sabios.
Hay distintas reacciones ante el nacimiento: los sabios entregan algo de lo suyo para la vida del niño. Herodes quiere matarlo. Conocemos el relato por los villancicos, las costumbres y las imágenes. Jesús nace en una cultura judía y para esa cultura es lógico que los ángeles lo anuncien. Para los de otra cultura el nacimiento se anuncia mediante la astrología: las estrellas.
Al seguir la Estrella, los sabios encuentran a Herodes, que tiene malvadas intenciones. Los sabios hallan al Niño Jesús, le entregan sus dones y se van. No sabemos que pasó con ellos. Vuelven al anonimato. Le ceden el lugar al Niño. Podemos morir en paz. Herodes asesina a todos los niños de Belén a la redonda. Los sabios ven una vida nueva como una Bendición. Herodes ve la vida nueva como una amenaza.
Este es el desafío: ¿Cuál es tu reacción ante la vida nueva? Sobre todo, si me amenaza: me quita la popularidad, el brillo y la adulación. ¿Dejo mis dones sin temor a que los disminuya?
Bendecir a una persona es entregar algo de la propia vida para que el otro pueda crecer. Los padres buenos hacen eso. Los maestros buenos hacen lo mismo. Los tutores, también. Los sacerdotes buenos hacen eso con sus fieles. Los buenos políticos hacen eso por el país. Los ancianos, por los jóvenes. Hay que facilitar la vida de los nuevos. Así hicieron los sabios.
¿Cómo reaccionamos nosotros cuando otra estrella eclipsa la nuestra?