Catequesis

El pegamento que no falla

El pecado nos deja pegados

Un pasatiempo popular

Etiquetar a la gente en su pecado pasado es un pasatiempo muy popular. Nadie se resiste a hacerlo. No es un privilegio que tienen los escribas y fariseos. Es una actividad muy común de los humanos. Tan común que todos la aceptamos. No lo hacemos de modo consciente: se ha metido esa actividad en nuestro inconsciente. Fulano a los 40 tuvo una amante. Zutana era una adicta que estuvo presa. Mengano ahora tiene 65 pero lo vemos en su pecado de los 30. El pecado es un pegamento seguro. Además los cumplidores quieren matar a pedradas a la pecadora; odian.

Jesús enseña a sus discípulos: que etiquetar es un hábito perverso

Jesús Resucitado quiere que sus discípulos sean conscientes de que no deben dejar pegada a la gente en su pecado, ni odiar a nadie. “Reciban el Espíritu: a quienes perdonen Dios los perdona; a quienes retengan el pecado, le queda retenido”. Esa es la situación que caracteriza la vida de una comunidad, una familia, un grupo:pegamos a la gente en su pecado, a la liberamos. Amamos la oscuridad; o queremos la luz. Odio o amor.

¿Como se hace para pegar? Sé algo malo que hiciste y se me pegó en la mente. Cada vez que te veo tengo esa visión mental. Te veo con los lentes de tu pecado. Por eso, algunos se mudan o van a otra comunidad donde no saben de su pecado. La nueva comunidad no es mejor que la de antes: no sabe el pecado. No puedes pegarle a nadie lo que no sabes. Ocultamos nuestros pecados porque si se saben nos etiquetan hasta el fin con odio.

Lo opuesto a etiquetar con pegamento es perdonar

En vez de etiquetar a la mujer, Jesús la deja ir, le da permiso para vivir un futuro. “Vete y deja tu pasado loco”. No identificamos a las personas con su pasado, sino dejamos que la gente se libere y comience un futuro de amor. La palabra del perdón es “Vete”. Lucha por amar de verdad.

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