El bueno…

El buen amigo: Quien encuentra un amigo encontró un tesoro (Eclesiástico 6:14). Los buenos amigos te aman y te hacen crecer en la fe. Y te muestran un horizonte de esperanza. La amistad es una forma del amor, y no se basa en sentimientos y antojos, caprichos y obsesiones. El amigo fiel no es egoísta, sino busca el bien del amado.

El buen médico El hombre necesitó desde siempre que lo ayudasen a curar sus dolencias. Muchos dolores provienen de las heridas del corazón. Por eso, suplicamos al Arcángel que nos traiga la salud que sólo Dios puede dar. Y los enfermos del alma y del cuerpo necesitan cuidado. Entonces rogamos que el ángel sea nuestro enfermero.

El buen hermano: El hermano que vuelve quisiera encontrar un hermano comprensivo y no altivo. Por eso, buscamos hermanos que lo sean de veras. Un hermano fiel es quien no te abandona ni te olvida en las dificultades. Los orantes pedimos al Arcángel que sea un hermano tierno que nos conduzca a la luz de Cristo.

Por fin, pedimos a Gabriel que nos hable y nos diga los verbos mejores: amar, sufrir y encontrar. Son tres aspectos necesarios en cada vida: sin amor, morimos; sin sufrir no somos humanos; sin encontrar la meta es quedar incompleto. La gloria es la meta.

Mons. Dr. Osvaldo Santagada

Oración a San Gabriel Arcángel

Bendito Angel Gabriel,

mensajero de Dios Padre,

Anunciaste a la Virgen María

la Encarnación del Hijo de Dios,

Y le aseguraste que el Espíritu Santo

la cubriría con su sombra.

Por nuestra vos la Iglesia pide su guía

para ser fieles al Evangelio,

unidos en el amor

y dóciles al Buen Pastor.

Aconseja en las confusiones,

ayuda en las luchas contra el diablo,

impulsa a venerar el nombre de Jesús

y ora por nosotros

hasta el abrazo amoroso del Señor en la gloria.

AMÉN.