
El Ángel Gabriel anuncia los milagros: Si aceptamos el planteo de la fe, Dios los hace
En el mural de esta iglesia, no hay sombras, salvo el cabello oscuro de la Virgen que recibe el anuncio del Ángel. Si, el mural está dominado por una luz que viene de lo alto. Esa luz de lo alto baja de menor a mayor, de modo que todo el mural queda iluminado por lo que Dios manda: en esa escena Dios está presente en su Espíritu Santo.
El Ángel Gabriel es tan luminoso que primero vemos a María, escuchando con atención las palabras del Arcángel: Alégrate María. Llena de gracia. El Señor está contigo.
El Ángel recuerda que hace seis meses anunció a Zacarías el nacimiento de Juan Bautista, mientras él oficiaba el culto de Dios. Ahora se encuentra con la límpida Virgen María que está orando también, y aprovecha Gabriel para hacer su anuncio.
Hay que contemplar en detalle el mural y notar que el fondo es un jardín. ¡Qué hermoso haber ubicado a María en otro jardín, semejante al Edén, pues lo que sucederá después de la aceptación de Maria, es una nueva creación. El Espíritu Santo sobrevuela las aguas primordiales en el Génesis, ahora sobrevuela este nuevo jardín de María, que será constituida en la nueva Eva. No temas, María. Dios te ha elegido. Vas a concebir y dar a luz un Hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
La virgen María y la casada Elizabeth están unidas a las madres del Pueblo: Sara, Rebeca, Lea, Raquel. No tuvieron hijos sin recibir antes una promesa de Dios, para que sus cuerpos fueran llenos del Espíritu Santo que les da la vida que ellas no pueden por si solas engendrar. En María, más aún, porque hizo voto de virginidad y se consagró a Dios. Joaquín y Ana le han contado cómo ha sido su origen sin mancha, y el sentir con que Dios colmó sus vidas. Gabriel espera que María sea valiente: la salvación se realiza pasando por el planteo de la Fe, antes en la mente que en el cuerpo. Así son los milagros que dios hace: dolor y alegría, duda y plenitud.

