El amor de Jesús es total
ÍNDICE
El verdadero maestro da su vida por sus discípulos
Pastores y ovejas representan a maestros y discípulos
Jesús entre su vida para que sus discípulos puedan tener vida. Y Jesús resucitado sigue dando su Vida a la vida de sus discípulos. El maestro muere para que los discípulos vivan. Hay otros maestros y líderes que abandonan a sus discípulos cuando llega el peligro. Abandonan porque viven para sí mismos y para sus intereses. En el peligro se ven sus verdaderos rostros.
La relación del Padre y del Hijo
El Padre y el Hijo se conocen y se aman. El Padre da su vida, que es Amor, a su Hijo y la vida del Padre y del Hijo se traspasa a los discípulos. Esta íntima realidad se manifiesta cuando el buen maestro se entrega a la muerte. En esa muerte se manifiesta el amor del Padre. Por eso, Jesús Resucitado transforma a los discípulos de traidores en misioneros. Y ese amor incesante de Dios que cambia la muerte en vida, será el imán atraerá a todos hacia Jesús.
Un amor incesante
El amor y la vida del Padre nos llegan por medio de Jesús. Jesús entra libre al reino de la muerte, porque él da su vida y la retoma cuando quiere. Su
Resurrección da a la comunidad de los discípulos el Espíritu Santo que les hace comprender que la muerte de Jesús en la cruz fue una ofrenda total.
Nosotros renovamos en el Misterio del culto ese sacrificio total por amor y
recibimos el fruto del amor de Jesús y del Padre que es el Espíritu Santo. El
Espíritu Santo nos hace misioneros para que otras personas oigan la Voz de Jesús y reciban su vida resucitada.