Efecto del divorcio en los niños

Hasta 1970, Iglesia, leyes y estilos sostenían al matrimonio estable. Al permitir el divorcio fácil, el virus infectó al mundo. Decían que así la mujer se ,libraba de uniones tristes.

La gente  creía esto: 1º. A padres felices, niños felices. 2º. Los niños deben crecer sin peleas. 3º. Los niños sufren con el divorcio. Pronto se recuperan.

J. Wallerstein estudió desde 1971 los efectos del divorcio en niños. Es el único estudio en el mundo que sigue a niños de padres desunidos hasta ser adultos. Prueba que  las tres tesis son falsas, pues padres, y muchos otros captaron que los niños sufrían. Los niños no son más felices, sanos y mejores que los otros. Son más deprimidos, menos atentos, y más

aislados que los demás. Los adultos hijos de divorciados tienen más problemas mentales que los otros. Muchos terminan en clínicas.

Luego del divorcio los niños sufren por años. Los padres fingen ignorar esto. No tienen tiempo para sus hijos. Algunos chicos asumen el rol del padre ausente. Se hacen guías de sus padres y hermanos. Controlan el hogar y sus emociones. Otros, se enferman..

A veces el niño se siente culpable del divorcio. Se acabó la infancia feliz. Tristes, solos, inquietos por sus padres. Si la segunda unión acaba en divorcio, los chicos sienten el abandono otra vez. Se preguntan: ¿hallaré alguien con quién formar un hogar? ¿Me casaré o juntaré? ¿Tendré hijos para que sufran como yo?

Los niños ganan si: 1º. Quedan en la misma casa 2º. Quedan en la misma escuela e iglesia. 3º. Tienen un padre varón que se ocupa de ellos.

Después del divorcio las mujeres bajan el 70% de sus ingresos y los varones se alejan y sienten que no los precisan. Además, pelan por visitas y dinero. Las mujeres deben trabajar y están lejos de casa, cansadas y sin libertad para el dolor de los niños.     Hay tres grupos de familias que quedan intactos: 1º. Las enfermas en donde los padres siguen. 2º. Las sanas que negocian sin cesar el respeto y el cuidado. 3º. Las comunes que no viven idilios, aunque piensan en sus hijos. El divorcio destroza todo. Hasta los bebés en el seno, sienten los efectos de la orfandad. La herida que siente un niño de divorcio se compara al dolor por la muerte de un ser íntimo. (In 11)