Guía y consejo,  Vida

¿Cómo resolver los problemas de cada día?

A cada día le basta su aflicción (Mateo 6:34)

¿Qué actitudes hay que adoptar en la casa y en las comunidades? Es imposible resolver problemas si uno se fastidia cuando llegan. Jesús lo dice claro: cada día trae un problema. Entonces hay que aceptarlos y tener una actitud positiva ante ellos. Aunque a veces hay que ponerse “bravo” cuando las cosas salen mal, y los demás no pueden seguir como si nada hubiera pasado. A veces es necesario que los demás sepan que hay que cambiar de actitud, porque de lo contrario el grupo se destruye. Cuando uno se preocupa por cada uno de los integrantes de la familia y de la comunidad, lo debe manifestar. Nadie puede vivir cuando hay un problema y se lo ocultan.

Hay que presuponer lo bueno

Sería un error pensar que los demás se equivocan porque quieren provocar el mal. Al menos en una familia o grupo. Otra cosa son los que viven provocando el mal para conseguir sus propios intereses. Por lo común eso no sucede en una casa o comunidad. Nosotros presuponemos lo bueno, evitamos juzgar a las personas y le concedemos, como se dice, el beneficio de la duda. No hay una sola causa de las cosas: muchas causas están en el origen de los problemas, y no hay que apresurarse a hacer juicios que arruinan el ambiente. Para eso se necesita informarse con cuidado de todos los detalles del problema. Cuando uno recoge todos esos datos, tiene una experiencia valiosa y, entonces, puede hacer algo para hacer felices a los demás. Los problemas no se arreglan a fuerza de gritos, sino de gratitud, reconocimiento y felicitación. Hacer juicios con unos pocos datos y sin interpretarlos, lleva a un callejón sin salida. Cuando presuponemos lo bueno, se olvidan rápido los momentos negativos que uno ha dispersado. Porque cada uno se sintió sacudido y se dio cuenta que los problemas no los puede resolver uno sólo, sino entre todos.

Escribe una lista de actitudes a tomar

Si uno lee una novela, cuando la termina presta el libro o lo guarda en la biblioteca. Pero cuando uno estudia un libro difícil debe leer con suma atención porque cada palabra tiene un sentido muy pensado. Lo mismo hay que hacer con la gente. Hay que aprender a leer a los demás. Ese es un proceso de aprendizaje que lleva mucho tiempo y nunca termina. Las experiencias se acumulan, pero las interpretaciones llevan tiempo porque hay que comprender lo que se ve en los demás, hay que juzgar si es exacto lo que comprendí de ellos, y hay que establecer si lo que uno ve nos hace comprender de modo adecuado a las personas.

Dr. Osvaldo Santagada . El párroco más anciano de la ciudad de Buenos Aires

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