Guía y consejo

Carta del párroco sobre la oración matinal de los sábados:

Desde 1993 nos reunimos en oración silenciosa. Las llamé Sesiones de oración sanante. Este tipo de plegaria en silencio es la oración oficial de la parroquia. Es una oración en común, sin hablar, y en ella nos ofrecemos a Jesús y nos entregamos a El.

¿Qué sentido tiene esta hora? Se ofrece a Jesús. Al llegar los problemas la gente pide que recemos por ellos y sus familias. ¿Por qué no prevenirlos y orar antes para cambiar el curso de los hechos? La oración no tiene tiempo: llega a Dios eterno y se hace eterna. Pertenece al plan de Dios sobre nuestra historia. Estas son las razones de su valor:

1º. La oración silenciosa reconstruye la vida. Los sucesos de cada día nos van creando grietas y se necesita cuidado. Así como nos preocupamos del lugar donde vivimos, más barato es ocuparse por la casa espiritual que somos cada uno. El silencio en común con otros, en lugar de darnos tristeza, nos llena de energía y alegría. Nos restaura por dentro porque Dios obra en nosotros sin daarnos cuenta. Jesús ora en nosotros.

2º. Esta oración sostiene la vida de la comunidad. Cuando tantos enfermos y personas en casos graves, piden oración: a Jesús le presentamos las necesidades de los demás.

3º. Esta oración nos ayuda a seguir con el ánimo alto ante el problema básico de la comunidad: el abandono de la práctica cristiana por las familias y la traición de los 1500 niños que hicieron su 1ª. Comunión y fueron Confirmados aquí. Es problema de sus padres, infectados de consumo y de los caprichos que vende la propaganda.

4º. Esta oración se hace en el Espíritu Santo. Es silenciosa, para que el Espíritu de Jesús nos hable y nos haga tomar buenas decisiones para la vida propia y de los demás. Nadie mejor que el Espíritu Santo que ora al Padre con gemidos inenarrables (Rom. 8:26).

5º. Una hora nos hace estar junto al Señor y a los hermanos para quitarnos el peso de la vida. Cuando el cansancio se hace duro y aparece la rabia por injusticias y maldades, lo mejor que es ponernos en presencia de Dios y dejar que El actúe en nosotros.

Reserven los sábados a las 9 como propio regalo para vivir. Salimos fortalecidos.

Los quiere mucho en Jesús y María

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