La Argentina Hambrienta

Canto popular religioso en la Argentina

La Antología «Cantar y orar» tiene una fin especial. Es un «libro de consulta», e. d., un libro de referencia acerca de lo que Mons. Jesús G. Segade llama los «clásicos de la canción religiosa popular». De los dos discos compactos dirigidos por ese famoso organista argentino, nuestra Antología posee 34 de los 43 cantos grabados, sin habernos puesto de acuerdo previamente. Eso muestra que la Antología contiene lo «tradicional» y, asimismo, lo «moderno». El único límite es que cada canto ha merecido la aprobación del pueblo cristiano y no es fruto de propaganda o de nuestro gusto. Que sea «libro de consulta» significa que debe ser revisada con cuidado para encontrar usos que no pudimos ofrecer en índices especiales por el ingente trabajo asumido. Muchos cantos sirven para las Misas con niños o jóvenes, pero eso supone la labor de catequistas, profesores y músicos. Tampoco pudimos ofrecer índices bíblicos, pues hubiera sido necesario buscar la cantidad inmensa de referencia de la Biblia que traen nuestros cantos, y el libro se hubiera convertido en algo muy pesado para quienes quisieran usarlo habitualmente. Los autores de cánticos pertenecen a comunidades y están habituados a oír la Biblia: de ella brotan tantas ideas plasmadas en bellos textos poéticos. Por los mismos motivos faltan índices temáticos detallados, porque conteniendo la Antología 414 piezas hubiese exigido una laboriosa tarea de expertos.

La Antología, además, es importante por traer el texto completo de 67 salmos, sin parafrasis, que ponen al pueblo cristiano en contacto con la Palabra de Dios. La salmodia es una deuda que tenemos con los fieles, pues los salmos poseen un sentido cristológico y eclesiológico indispensable para formar a las comunidades en la fe.

Además, Cantar y orar trae por primera vez en la Argentina los cantos de Taizé: en castellano, latín e italiano. Varios son «cánones» a 4 voces que permiten introducir a los coros y comunidades en una polifonía simple y brillante. Y, especialmente, el libro goza de sentido pascual y mariano: los cánticos del Misterio Pascual y a la Virgen María representan lo más hermoso que hemos podido encontrar en uso en las comunidades del país. El difunto cardenal A. Quarracino me había solicitado que los cantos a incluir hubiesen tenido éxito en las parroquias y colegios, ya que los compositores siguen produciendo cantos que se irán conociendo poco a poco y existen cancioneros conocidos. Pusimos algunos cantos de la primera mitad del siglo XX, y la mayoría restante representa el itinerario musical de la segunda mitad del siglo hasta hoy. Hay algunas traducciones de cantos de los primeros siglos cristianos.

Que esta Antología sea dada a conocer a los músicos, profesores, responsables litúrgicos, para que puedan comprobar el material valioso que ha salido a la luz. La gente dice que la Antología es barata. Muchos saben el costo real de un libro con estas características: la obra no pretende réditos, como las editoriales. sino su difusión en las comunidades más pobres. Hay pueblos del país que jamás podrán adquirirla, ni siquiera al precio actual, sobre todo después de las inundaciones de abril. Ustedes pueden enviar Antologías a comunidades que conocemos por su pobreza, pero cuyos miembros saben tocar una guitarra y alabar al Señor. Gracias por divulgar nuestro trabajo: hecho con la tecnología más sencilla.

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