Amor y Alegría,  Vivamos la vida

Beneficios y desafíos de vivir una vida larga

Hay que prepararse para ser longevo. Eso significa no dejar pasar los años, sino buscar el saber y la ayuda de quienes alientan, y dirigen para poder crecer y desarrollarse.

Longevo es quien llega sano a los 65 años, con capacidad no sólo de sobrevivir sino de florecer como hombre. Esa salud no viene sola: es fruto del propio cuidado y del cuidado de los demás, del respeto por la dignidad y el valor de cada ser. Para políticos y empresarios, los longevos son un problema: piensan que dependen de los demás, del dinero del Estado o las instituciones.

Hay que tirar ese prejuicio. Muchos de más de 65 pueden realizar tareas fecundas en pro de la sociedad y las empresas. Esa gente posee saber, experiencia y trabajo, lo que los hace sabios.

Los longevos no son peligrosos, sino que esperan genuinas oportunidades. Las comunidades católicas son ejemplo: mujeres mayores hacen funcionar Caritas y organismos semejantes; las mejores secretarias parroquiales o de organismos católicos son personas longevas, en la medida que no les falte el reconocimiento y el apoyo de quienes dirigen.

Es preciso desterrar la palabra envejecer como sinónimo de declinación y decadencia. La población longeva no trae más cargas, más problemas, ni mayor drenaje de recursos a una nación. Es mentira que los ancianos son más avaros, débiles y desagradables. Por el contrario, hay muchos datos científicos que establecen el potencial de los longevos en cualquier sociedad.

Los longevos no son problema, sino la inercia de quienes dirigen y piensan con error que cuanto más tiempo dediquen a los más jóvenes, el resultado será mejor. En la Iglesia sucede: los curas longevos trabajan más y soportan más que los jóvenes. ¿Se ocupan por ellos los obispos?

Por eso hay tan pocos fondos, interés y apoyo para preparar especialistas en Alzheimer y otros males. A la longevidad no se la estudia en la Facultad de Medicina o en los cursos de postgrado.

La cuestión es la importancia de dar elevación espiritual a todos, jóvenes y adultos. Necesitamos gente sabia en el mundo. Ser una estrella en programación, aunque sin conocimiento literario ni experiencia en trabajo manual no hace sabia a una persona.

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